jueves, 28 de enero de 2010

¡QUE MALA PERSONA SOY!

La Roma antigua utilizaba el pan y circo para entretener a la población. Evitaban con ello desviar la atención de los verdaderos problemas del Imperio. En España se utilizó el pan y toros con el mismo fin, tratando incluso de mitigar el hambre que hubo durante esos difíciles años (aunque ese tópico tipical Spanish puede venirse abajo o bien cambiarlo por el pan y fútbol, ya que este último también tiene su miga: pan y miga; pan con pan, comida de tontos).

En Cataluña, el Parlamento puede llegar a prohibir las corridas de toros a petición de una iniciativa popular apoyada en el maltrato, sufrimiento y muerte de un animal, muerte sanguinaria, violenta y atroz. Dicen que un animal no puede morir de esa manera ni ser maltratado tan vilmente; su vida debe ser respetada como la de cualquier ser vivo.

Pero la vida es vida en todos los aspectos. Es vida en los animales, en las plantas y en las personas. A un ser se le llama ser vivo porque tiene vida, tiene algo en común con todos ellos que lo hace nacer, crecer reproducirse y morir. No sólo los animales o los toros de lidia en concreto tienen vida que debe ser respetada. También las personas. La importancia que le demos a una determinada vida es lo que puede hacernos ver una realidad u otra.

Si los catalanes se apoyan para justificar la prohibición de las corridas de toros en el maltrato, sufrimiento y muerte cruel que tiene el toro de lidia en el coso taurino, no me gustaría recordarle a todos esos antitaurinos la muerte que tuvieron los cientos de personas que murieron en el atentado de Hipercort, acaecido en su comunidad. Tampoco me gustaría recordarles el maltrato y sufrimiento que aún están padeciendo damnificados heridos y familiares de todos ellos y el total abandono que me imagino estarán padeciendo por parte del gobierno de Cataluña. Sería una bajeza recordarles la cantidad de muertes que se producen como consecuencia de la violencia doméstica, de muertes de indigentes a manos de jóvenes aburridos en su propia existencia y que quedan impunes. No sería propio de personas honradas pedirles que crearan una plataforma ciudadana para presentar firmas en la se pida que los terroristas cumplan íntegras las condenas, que la ley del menor se cambie, se endurezca y se baje la edad penal. Una gran persona sería si no les recuerdo nada del aborto. Es mejor no hablar de Vietnam delante de Nixon.

No quiero ser una buena persona. Quiero ser un mal ser humano y darle a la vida la importancia que tiene. Pero a toda la vida, la de toda la vida, la de todos los seres vivos. Y como quiero seguir siendo malo, les quiero recordar las miles y miles de hectáreas de seres vivos que mueren cada verano por culpa de un ser vivo, humano y vivo, que utiliza su vida para quitársela a los demás; que no valora la vida de los demás, que le da más importancia a una vida que a otra, como si de un ser supremo se tratara, impartiendo su propia justicia.

La vida de un toro de lidia es importante. No lo niego. Pero la vida de las personas también es muy importante y esto parece que esos miles de ciudadanos catalanes lo han olvidado.

La vida es vida, se mira por donde se mire.

domingo, 24 de enero de 2010

REUTILIZAR VIEJOS CASSETTES

De la página http://desenchufados.net/

Reciclar y reutilizar debería estar continuamente en la mente de todos, y por lo menos parece que lo está en la cabeza de algunos artistas, que se dedican a diseñar y crear objetos útiles a partir de otros que ya nadie usa. Desde luego, a mi no me importaría tener una de estas en mi habitación, pero creo que no me quedan cintas suficientes.

El montaje, como podéis ver, es muy sencillo. Solo tenéis que tener en cuenta que si metéis una bombilla incandescente, y la caja es de plástico… no puede salir nada bueno de ahí. Un par de imágenes más a continuación.

jueves, 14 de enero de 2010

DESCUBREN CARGAS MAGNÉTICAS PUNTUALES: MONOPOLOS MAGNÉTICOS

De la página http://desenchufados.soygik.com/

Todos lo que hayáis estudiado electricidad y magnetismo sabréis que la principal diferencia entre estos sistemas son que si existen monopolos eléctricos (es decir, cargas positivas y negativas) mientras que “no existen” monopolos magnéticos. Las cargas magnéticas siempre van unidas (un imán tienen lado positivo y negativo, y si lo partes, se vuelven a crear los dos polos).

Pero unos investigadores británicos han descubierto cargas magnéticas individuales que se pueden comportar e interactuar como las eléctricas. El trabajo es el primero en utilizar los monopolos magnéticos que existen en unos cristales especiales conocidos como hielo de espín.

En un artículo publicado en la revista Nature, un equipo de investigadores mostró que los monopolos se unen para formar una “corriente magnética” como la electricidad. El fenómeno, apodado “magnetricidad”, se podría utilizar para los dispositivos de almacenamiento magnético o la informática.

En septiembre de este año, dos grupos de investigación informaron de forma independiente sobre la existencia de los monopolos, “partículas” que portan una carga magnética global, pero que únicamente existen en los cristales de hielo de espín.

Estos cristales están hechos de pirámides de átomos cargados, o iones, dispuestos de tal forma que enfriados a temperaturas excepcionalmente bajas, los materiales muestran diminutos paquetes discretos de carga magnética.

Ahora, uno de esos equipos ha continuado su investigación para mostrar que estas “cuasi partículas” de carga magnética se pueden mover conjuntamente para formar una corriente magnética de modo muy similar a como se forma una corriente eléctrica a partir del movimiento de los electrones. Para ello, utilizaron unas partículas subatómicas llamadas muones, creadas en la fuente de muones y neutrones ISIS del Science and Technology Facilities Council (STFC), cerca de Oxford.

Tras su producción, los muones se descomponen en otras partículas subatómicas en millonésimas de segundo, pero las partículas resultantes “recuerdan” la dirección de los muones.

El equipo, dirigido por Stephen Bramwell, del London Centre for Nanotechnology, implantó estos muones en hielo de espín para demostrar cómo los monopoles magnéticos se desplazaban. Los investigadores mostraron que al colocar el hielo de espín en un campo magnético, los monopoles se amontonaban en un lado (igual que se amontonarían los electrones al colocarlos en un campo eléctrico).

Según el Profesor Bramwell, es poco probable que el desarrollo cuaje como medio de obtener energía, principalmente porque las partículas viajan solo en el interior del hielo de espín. “No vamos a ver una bombilla de luz magnética ni nada similar”.

Pero utilizando la ingeniería en diferentes materiales de hielo de espín para modificar las formas en las que los monopolos se desplazan a través de ellos, estos materiales se podrían utilizan en un futuro en dispositivos de almacenamiento magnéticos o en la espintrónica, un campo que podría impulsar considerablemente las futuras capacidades de procesamiento.

ACONFESIONALIDAD Y LAICISMO

Cuando el diablo no tiene nada que hacer, con el rabo mata moscas. La religión es el opio del pueblo.

Estas dos frases, que entre sí no tienen nada en común ni nada que ver, parece que toman vigencia a costa de políticos y ciertos sectores de la sociedad, más preocupados por nuestra libertad y convicciones religiosas que por solucionar la grave situación política, social y moral en la que estamos sumidos y que no parece que tenga una final feliz, al menos a corto plazo.

La sección segunda del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, en la llamada sentencia Lautsi (3-11-09) condena a Italia a la retirada de los crucifijos de un colegio por constituir “una violación del derecho de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones”. Dicho fallo se basa en que el crucifijo puede ser molesto para alumnos de otras religiones y para los ateos. Esto mismo ya lo pudimos vivir en un colegio de Valladolid, donde un juez también prohibió los crucifijos a petición de un padre que decía representar a una asociación de laicos.
Un mes después de la sentencia Lautsi, el PSOE acuerda, junto con ERC, aplicar la doctrina del Tribunal de Estrasburgo para que se retiren los crucifijos de los colegios públicos. A partir de ahí, se produce toda una avalancha de declaraciones, tratando de justificar de cualquier manera el quitar o mantener dichos crucifijos.
Por un lado justifican la retirada por ser un símbolo de una determinada religión, pudiendo ocasionar conflictos morales a alumnos de otras confesiones y, sobre todo, de laicos y ateos, que, además, basan su justificación en la aconfesionalidad del estado que marca la Constitución. Por otro lado están los que quieren mantenerlos, apelando a la tradición católica, no solo de España, sino de toda Europa desde tiempos de Carlomagno, y acusando al otro bando de querer quitar la navidad, los belenes, la primera comunión, los bautizos y hasta la semana santa.
Ni uno ni otro bando se han percatado de la solución salomónica que tiene el asunto. No tienen que desaparecer los belenes, ni las primeras comuniones, ni semanas santas. No tiene por qué haber crucifijos ni estrellas de David ni medias lunas en las escuelas. Si lo que queremos es un estado aconfesional, en el que ninguna religión prevalezca sobre la otra, ni el estado obligue a educar en una confesión religiosa determinada, se puede conseguir si el estado elimina aquellos símbolos y celebraciones que den más peso a una confesión que a otra.

Los cristianos y católicos no tiene porqué dejar de celebrar la navidad o la semana santa. El día 24 de diciembre cenan en familia, van a la misa del gallo a las 12 de la noche, cantan villancicos y al día siguiente a trabajar, que el 25 no es fiesta. Cuando llega la semana santa, los nazarenos y costaleros procesionan según la cofradía a la que pertenecen y, una vez terminada, se recogen, porque al día siguiente hay que trabajar. Mientras tanto, los musulmanes celebran su mes de Ramadán cuando lo estipule su religión al tiempo que cumplen con sus obligaciones para con la sociedad. Lo mismo para judíos, ortodoxos o cualquier otra confesión religiosa que haya en nuestro país.

Para que eso ocurra, el estado y gobierno debe eliminar del calendario festivo dichas festividades y cambiarlas a días laborales, ya que dichas fiestas pertenecen a una confesión religiosa determinada y no cumple con la tan ansiada aconfesionalidad. Nada ni nadie debe sobresalir sobre los demás. El gobierno y estado tienen la obligación de mantener esa aconfesionalidad y velar porque ninguna religión tenga un mejor trato que otra. Deberá eliminar del calendario festivo la mayoría de esos días que hacen una clara y expresa alusión al cristianismo y catolicismo: navidad, semana santa, todos los santos, Inmaculada Concepción. Mantendría la Constitución y el día de la Hispanidad y podría dar a administraciones autonómicas, provinciales y locales la potestad necesaria para que sean ellas las que elijan sus días festivos, sin imposiciones centralistas y siempre velando por su aconfesionalidad.

Serían muy pocas las personas que no cayeran en la cuenta de todo lo que esto pudiera acarrear y las consecuencias que tendría para nuestra tan dañada sociedad. El baúl desastre en que la convertiríamos no tendría parangón en todo el mundo, amén de la imagen que exportaríamos, imagen ya muy tipificada con el Spain is different.

Juan Antonio Vallejo Nájera, en su libro Concierto para instrumentos desafinados, escribía que “… hay que tener cuidado con lo que se desea porque se acaba teniéndolo”. Esta misma frase la deberíamos tener en cuenta a la hora de exigir algo o a la hora de querer cambiar, porque, tarde o temprano, pudiéramos arrepentirnos, aunque, como siempre, será tarde y no haya solución.

domingo, 10 de enero de 2010

MY TOWN (II)

Imágenes de my town
Arquitectura popular típica
Rio Pellejero

Rio Pellejero

Arquitectura popular típica

El mismo cartel lo dice

viernes, 8 de enero de 2010

NAVIDAD (y V)

A modo de conclusión final

Aunque hasta San Antón pascuas son, con la Epifanía se puede dar por concluida la navidad, salvo para los ortodoxos, que es cuando realmente celebran el nacimiento de Jesús. Son una de las festividades religiosas que más calado tienen entre la población. Unas fiestas en la que todo el mundo tiene algo que celebrar, sea creyente o no lo sea. Sin embargo, a medida que pasan los años, el carácter religioso que siempre la ha impregnado se va perdiendo, dando paso a unos días festivos, no ya laicos, sino casi profanos, donde no sólo no se quiere celebrar algo sagrado, sino que no se muestra el respeto debido a las cosas sagradas (definición de profano).

Queremos celebrar la navidad, pero lo hacemos a modo de una noche de jueves, viernes o sábado cualquiera de cualquier mes: botellones, comilonas, trifulcas nocturnas, vandalismo callejero, etc. Atrás quedan las misas del gallo, los villancicos populares, espontáneos y callejeros, el compartir fruta de horno con vecinos y familiares, el aguinaldo. Estas fechas se convierten en unas vacaciones invernales para “descansar de la rutina”.

Hay un sector emergente de la sociedad que pide reiteradamente un estado laico, tal y como lo dice la Constitución. Aboga por la laicidad y la aconfesionalidad del Estado y, por ende, de la sociedad. Pero en estas fechas, ese deseado estado laico no hace sino convertir estas entrañables fechas en algo rutinario, generalista, vacacional al fin y al cabo, creándonos la necesidad de descansar de todo el otoño trabajado.

La sociedad, en su imparable avance pero sin una meta clara en el horizonte, está terminando con estas tradiciones y, en este punto, todos somos culpables. Los unos, los cristianos y católicos, por no mantener el espíritu navideño con toda su pureza y significado, y los otros, los laicistas, por querer cambiar por cambiar, sin ser conscientes de las consecuencias que esto puede acarrear. En definitiva, todos nos estamos cargando la navidad, que, como dice el dicho popular, “entre todos la mataban y ella solita se murió”.

lunes, 4 de enero de 2010

NAVIDAD IV

Los Reyes Magos

Los Reyes Magos sólo aparecen en el evangelio de Mateo, el único de los llamados sinópticos; Marcos y Lucas ni siquiera los mencionan.

Juan Isidro Palacios, en su artículo “La Navidad, los Magos y el Rey del Mundo” (1983/1984) nos acerca a los orígenes de los Reyes Magos: “Cuenta la Tradición que había tres magos viviendo al Oriente, en diversa geografía y en el mismo tiempo. Ellos conocían la realidad de un primitivo anuncio, pues habían heredado tesoros, celosamente custodiados en la India, en Persia, en Egipto… Muy atentos esperaban la señal que les comunicara, por fin, la venida del un Rey excepcional. Dicho Rey no sería, desde el punto de vista cristiano, como otros enviados por el cielo. Se trataba del mismísimo Verbo encarnado, del Rey del Mundo en persona”.

La palabra “mago”, para designar a los reyes, generó problemas dentro de la iglesia incipiente, ya que mago, en aquella época, era un término que se aplicaba a un amplio espectro de personas, desde el farsante vendedor de pócimas “curalotodo” a los sabios astrólogos caldeos, pasando, entre otros, por los sacerdotes de culto mazdeista y por los taumaturgos gnósticos de Alejandría. El dominico Santiago de la Vorágine, en su obra “La leyenda dorada”, (1264), afirma que la palabra “mago” significa tres cosas diferentes: ilusionista, hechicero maléfico y sabio.

Fueron los armenios en el siglo III quienes introdujeron la creencia den los Reyes Magos y los festejos de los Reyes Magos no se conmemoraron plenamente hasta el siglo V en occidente, eligiendo la fecha del 6 de enero.

Diferentes autores relacionados o alentados por la propia iglesia, trataron de dar nombre, ponerles cara y vestimenta a estos magos, con el fin de hacerlos más creíbles ante las gentes del pueblo. Eso y la escasez de documentación, tanto sinóptica como no sinóptica, acerca de los Reyes Magos, hizo que durante años aparecieran descripciones sobre ellos, en algunos casos hasta contradictorias.

Agnello de Rabean, en el siglo IX acuña definitivamente el nombre de los Reyes Magos en su libro “Liber Pontificalis Ecclesiae Ravennati”: Melchior, Caspar y Balthasar.

Reyes Magos en el claustro de San Juan de la Peña (Huesca)

El texto “Excpetiones Patrum” describe a cada rey mago. Melchor es el de más edad, con cabellos y barba larga y canosa; túnica de color jacinto y capa naranja, que regala oro (Señor -> Rey, realeza). Gaspar es joven, bello e imberbe; túnica naranja y capa roja, que regala incienso (Señor -> Dios, santidad). Por último Baltasar, que es de tez oscura, con túnica roja y capa blanca jaspeada, que regala mirra (Señor –> hombre, sabiduría, resurrección).

Otra descripción de los magos que pone de manifiesto esa contradicción aludida anteriormente: Baltasar, de 30 ó 40 años, barba oscura y lleva en sus manos un recipiente para mirra; Melchor, de 20 ó 25 años, sin barba y transporta una bandeja para incienso; Gaspar, de más de 50 años, con pelo y barba largos y blancos, presenta una canasta con oro.

El teólogo anglosajón Beda el Venerable (675-735), describe a los magos: “ Primero de los magos es Melchor, un anciano de larga cabellera blanca y luenga barba (…) fue él quien ofreció oro, símbolo de la realiza divina. Segundo, llamado Gaspar, joven, imberbe, de tez blanca y rosada, honró a Jesús ofreciéndole incienso, símbolo de la divinidad. Tercero, Baltasar, de tez morena (no negro, ya que Baltasar no fue negro hasta el siglo XV) testimonió ofreciéndole mirra, que significaba que el hijo del hombre debería morir”.

Petrus de Natalibus fijó en el siglo XV que Melchor tenía 60 años, Gaspar 40 y Baltasar 20.

El dominico Santiago de la Vorágine hace una interpretación de los Reyes Magos: “ … el oro para regalar la pobreza de la Virgen María; el incienso para ahuyentar el mal olor del establo y la mirra para consolidar los miembros de la criatura con la expulsión de todo mal de su vientre”.

Juan Isidro Palacios, en su artículo “La Navidad, los Magos y el Rey del Mundo” (1983/1984) escribe: “… Los sabios, por su parte, portaron los atributos que son debidos al Rey y no a otro: el oro, el incienso y la mirra. Esperaron a su Dueño, pues hasta entonces nadie acreditó serlo. De oro es el cetro con el cual el Soberano mide su ciudad, la circunda y la rige… El incienso es el aliento de Dios que, por su aroma, atrae a los santos y repele a los inicuos. Y la mirra, por ser símbolo de lo incorruptible, es el sello del principio intemporal sacro que no conoce la muerte”.

Siguiendo con esa búsqueda de identidad de los Reyes Magos por parte de la iglesia para adaptarla al pueblo, algunos autores consideraban que cada rey mago representaba un continente. Por ello, en el siglo XVI, con el descubrimiento de América se vio la necesidad de añadir un cuarto rey mago. Éste era un indio con características de los pueblos amazónicos, armado con una larga azagaya y portando como presente una arqueta de madera cargada, se supone, de semillas de cacao.

También durante el siglo XVI, las necesidades ecuménicas de la iglesia católica llevaron a implantar un simbolismo inédito, identificando a los tres magos con los tres hijos de Noé (Sem, Cam y Jafet) que, según el Antiguo Testamento, representaban las tres partes del mundo y las tres razas humanas que lo poblaban, según se creía en esos días. Melchor-Jafet-europeos-oro; Gaspar-semitas de Asia-incienso; Baltasar-Cam-africanos-mirra.

La adoración de los Reyes Magos, llamada por la iglesia Epifanía, se celebra en la actualidad el 6 de enero. Epifanía significa “manifestación” y originalmente la Epifanía se refería al bautismo de Jesús. Los discípulos de Basílides (gnóstico de Alejandría del siglo II) celebraban el bautismo de Jesús, ya que creían que Jesús fue hecho Hijo de Dios en el bautismo. Daban mayor importancia al bautismo que al nacimiento. En Alejandría se decía que la noche del 6 de enero, las aguas del Nilo adquirían poderes milagrosos.

La tradición de los Reyes Magos como generosos proveedores de juguetes y regalos a los niños es relativamente reciente y sólo fue adoptada por algunos países latinos y de mayoría cristiana, a mediados del siglo XIX. Gaspar repartía golosinas, miel y frutos secos; Melchor ropa y zapatos y Baltasar castigaba a los niños dejándoles carbón o leña.

sábado, 2 de enero de 2010

NAVIDAD III

El belén o portal de Belén
Belén significa casa del pan y alude a Cristo como pan que da la vida.

Los primeros testimonios del nacimiento de Jesús y la adoración de los Reyes Magos datan del siglo IV. En el siglo VII ya existía una recreación formal de la gruta de la Natividad en la basílica romana de Santa María la Mayor. Durante la edad media, esta tradición se consolidó con escenificaciones en las iglesias de dramas evocadores de la Natividad. Con ocasión de la misa de Navidad, solía representarse el episodio evangélico del nacimiento de Jesús con la participación del pueblo.

La idea original de montar un belén fue de San Francisco de Asís, cuando en 1223, tras realizar un viaje por oriente en el que visitó Belén en 1220, solicitó permiso al papa Honorio III pare reproducir el nacimiento de Cristo. En el bosque de Greccio recreó la escena de un establo, con animales y personas caracterizadas como los pastores, San José, la Virgen y el Niño para meditar, y con él los demás, en el misterio de la encarnación divina. Así mismo, fabricó el primer belén navideño del que se tiene noticia: esculpió un niño Jesús en piedra y lo representó en un pesebre entre un buey y un asno vivos. Este primer belén no se inspiraba sólo en el Evangelio, sino también en los apócrifos, condenados por la iglesia en el siglo IV, como el pseudo-Mateo. Fueron franciscanos y mojas clarisas quienes lo difundieron por toda Italia y la aristocracia lo adoptó como costumbre.

Hay muchas interpretaciones que se han hecho acerca del belén: colocación de la figuras, tamaño de ellas, significado de cada una de ellas, etc. Cada uno tenemos nuestro belén y, cuando lo montamos para estas fechas, lo ponemos de la forma que quede más artística. Algunos autores nos dan una idea de cómo debería montarse un belén para que éste tuviera el verdadero significado evocador de la Navidad.

“El Niño Jesús debe ocupar una situación central; debe ser lo más pequeño posible para figurar en el “Reino de los Cielo semejante a un grano de mostaza” (Mt, 13, 31-32). La Virgen debe ocupar igualmente una situación central, pero en un plano de fondo; ella no debe ocupar en ningún caso una posición simétrica a la de San José, que no es el verdadero padre del Niño Jesús. Contrariamente a la mayoría de las figuraciones vulgares, ella no debe tener una actitud de plegaria o de adoración semejante a la de otros personajes. Debe estar situada detrás de Cristo, pero en la misma situación “axial”, lo que significa que es a la vez Madre de Dios y Esposa del Espíritu Santo. Su actitud debe ser jerárquica, perfectamente impasible, lo cual simboliza su virginidad, su inmaculada concepción, su perfecta sumisión o “pasividad” con respecto al Espíritu Santo”. (Abbe Hénri Stephane, “El simbolismo del belén”, 2002)

Abbe Hénri Stephane continúa en el mismo artículo: “ … El buey y el asno representan respectivamente el mundo celestial y el mundo infernal. Podemos entonces preguntarnos por qué este último es admitido en el nacimiento de Jesús; la explicación se encuentra claramente indicada en la Epístola a los Filipenses (II, 10), donde San Pablo declara “ … a fin de que en el Nombre de Jesús, toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra, en los infiernos … “, texto que se refiere tanto al nacimiento de Cristo en el mundo como a la invocación del Nombre de Jesús.

San José debe figurar al lado de la Virgen, pero no en el eje indicado anteriormente, y, puesto que es el símbolo del Maestro Invisible, debe estar en actitud puramente pasiva, de manera que no obstaculice la acción del Espíritu. El buey y el asno deben colocarse a la derecha (lado diestro) y a la izquierda (lado siniestro) del Niño Jesús.

Los Reyes Magos, en el belén, representan el carácter aristocrático que los distingue de la plebe, representada por los pastores. Se deben colocar frente al Niño Jesús, mientras que los pastores pueden ser dispuestos en semicírculo alrededor de los Reyes Magos.

El “renacimiento espiritual”, alusión a la Navidad como renacimiento o renovación, debe realizarse durante la “noche”; es por eso que tiene lugar en la “gruta” a “medianoche” y en el “solsticio de invierno”, fecha de la Navidad. La gruta no es de ningún modo una pobre chabola con un techo de paja. Su simbolismo se refiere a la Caverna, con forma hemisférica (propiamente un cuarto de esfera); el interior debe ser sombrío, iluminado solamente por la Estrella, símbolo de la Luz divina, pudiéndose ésta colocar encima de la Caverna. El pesebre donde reposa el Niño Jesús puede tener forma hemisférica complementaria a la de la Caverna”.

Quizás sea la figura de José la que más haya cambiado con el paso del tiempo. Primitivamente era representado como un hombre joven, fuerte y sin barba. Con el culto a María, su figura se fue postergando y se le hizo envejecer con el fin de que no ofreciera ni obstáculo no sospecha a la virginidad de María, siendo ya nulo su vigor.

Posteriormente se añadió el gallo como ave anunciadora del advenimiento de Cristo a todas las criaturas.
Las siguiente fotos muestran diversas escenas de un belén napolitano:

Carlos III trajo esta moda a España desde Nápoles, siendo famoso el Belén del Príncipe. Fue en el siglo XVIII cuando se popularizaron en España.

EL RÍO QUE NOS ... VIENE

Los más antiguos del lugar dicen no haberlo visto con tanta agua. Ha venido el río, como se dice en Torralba, y viene con ganas y con fuerza, como debe ser. Hacía trece años que no lo hacía y bastanticos más que no lo hacía con tanto ánimo.

La lluvias que se vienen produciendo desde mediados de mes han provocado que los ríos se desborden y, por ende, el Pellejero corra como nunca antes lo había hecho. Todo un espectáculo gratis e inesperado para estas fechas ¿entrañables?, aunque hay algunos que bromean diciendo que no ha llovido tanto para todo este espectáculo que se está formando; quizás lleve razón, pero los hechos hablan por sí solos.
Pero todo no va a ser bonito. Ahora viene la segunda parte politico-administrativa-socioagrícola: la declaración de zona castrófica por parte de los responsables políticos. Las inundaciones han provocado la pérdida de muchas cosechas, cosechas que estaban en el cauce de ríos y éstos las han absorvido. Los agricultores y constructores se han aprovechado de los cauces de ríos y manantiales para sembrar y edificar, como no, en beneficio propio, todo ello con el beneplacito de la administración correspondiente. Se han estado lucrando con unos terrenos que no les correpondía al ellos, sino al río. Ahora que hay crecidas y desbordamientos (el río se enfada), las cosechas y las casas estan llenas de agua y las pérdidas serán cuantiosas. Las ayudas para todas esas pérdidas deberán de salir del bolsillo de los de siempre, volviendo a lucrar a los mismos que antes lo habían hecho, pero ahora de una forma legal, con lo que la administración reconoce esos terrenos como propios de esa gente, cuando todos sabemos que no es así, que lo hicieron a hurtadillas, premeditación, alevosía y nocturnidad.

El río siempre lleva sus escrituras por delante y las personas no empeñamos en quererselas quitar. Ahora, nos toca a los demás pagar la cabezonería de unos pocos que se han lucrado sin permiso, ni del río, ni de nadie. Además, quieren más.

Pero dejémonos de sentimiento impotentes y disfrutemos de la realidad. Tiempo habrá para lo demás.

Las imágenes hablan por sí solas. Difrutémoslas.
Parque fluvial del polígono

Fuerza del Pellejero

... y lo mejor de todo: intrépidos navegantes que no sé si verán en otra. Imágenes muy divertidas que no reflejan, ni de lejos, el buen rato que nos hicieron pasar estos torralbeños a los que tuvimos la suerte de asistir a las botaduras de sus yates, no sin antes caer en sus frías aguas con las consiguientes carcajadas y apoyo de los asistentes, alentándoles en su empecinamiento y convicción de que ésta era una oportúnidad única.
Robinsones Crusoe torralbeños viendo venir el chaparrón de agua que les iba a caer en unos momentos. Los mismos Robinsoes momentos después de lograr la botadura de su yate